Roma, las claves del éxito
Muchos pensabamos que era imposible mejorar la Roma del año pasado. Deciamos: "si no cambia el sistema, le pillaran el truco"; o "le hace falta un delantero centro, una alternativa táctica". Y sin embargo, Spalletti no ha cambiado nada: ha perfeccionado. Bueno, esta intentando perfeccionarla, porque todavía queda trabajo por hacer. La Roma que hemos visto en este inicio de campeonato es una Roma más atractiva, más madura, más concentrada, más equipo que la temporada pasada. ¿Qués está haciendo bien la Roma?
Una de las claves ha sido la buena política de fichajes, que ha aumentado mucho el nivel del equipo. El club eligió lo más adecuado, no lo más caro, sólo lo que hacía falta, sin lujos innecesarios.
Ahora, gracias a mucho trabajo se ve el resultado de las cosas bien hechas: el equipo juega de memoria y tiene una identidad.
Sólo estamos en el principio de un largo camino. La Roma desilusionó un poco contra Juve e Inter, pero ofreció una buena cara ante Fiore y ManU. Habrá que esperar, pero parece que en el Calcio è nata una Stella.
Totti: nuevo papel sobre el terreno de juego
Esta Roma espectacular nació por casualidad, de la urgencia, pero también gracias a la intuición de Spalletti. La primera, evidentemente, corresponde a la posición de Totti. De toda la vida, cuando un atacante se va haciendo mayor, tiende a retrasar su posición, se transforma en centrocampista. Totti está haciendo justo lo contrario. Pero es un delantero un tanto peculiar. Podemos decir que la Roma juega con un 4-6-0. Totti es el punto de referencia, sabe cuando tiene que retrasarse, aguanta el balón, abre el juego, arrastra centrales dejando el espacio libre a Perrotta... El equipo gira en torno a él. Un jugador capaz de crear jugadas y dar pases decisivos. Y de marcar goles, porque su capacidad goleadora es extraordinaria, es un futbolista muy completo. Esta es una de las principales virtudes de esta Roma de Spalletti. Ningún defensa sabe interpretar (defender por lo tanto) un rol tan atípico y decisivo con la inteligencia y el talento de Totti. Spalletti dijo: "A veces da la impresión de que no se mueve, en realidad es que el equipo corre y se mueve alrededor suyo, como la Tierra y el Sol".
Extremos dinámicos: gran capacidad de sorpresa
Perrotta se encarga de llegar desde atrás para sorprender, y los extremos son la base del ataque romano, la principal arma de ataque. Esta es una idea inamovible para Spalletti: bandas, bandas y más bandas. Y no contento con tener ya a Panucci, Cas­setti, Tonetto, Taddei y Mancini, este verano no fichó ni delanteros, ni centrocampistás: más jugadores de banda: Cicinho, Esposito y Giuly, más Vucininc, que ahora lo utiliza en el perfil zurdo del ataque; lo que le dan a la Roma un sinfín de alternativas ofensivas. Los extremos son el alma el equipo: ellos crean juego, llegan, pasan, cambian las velocidades... Pero los laterales no se limitan a defender en esta Roma: Panucci marcó 8 goles la temporada pasada. Tonetto no mete goles, pero da asistencias y siempre está atento a los rechaces. Naturalmente, Spalletti quiere que sus extremos ayuden en defensa, y así conseguir el equilibrio táctico del equipo. En este aspecto, la llegada de Giuly está siendo importantísima: el francés ha entendido en segudia el juego de la Roma y se ha integrado de maravilla en el juego, ya sea como extremo, como interior un poco más retrasado o jugando por detrás de Totti.A todo esto, a la Roma aún le falta dare cuenta de quién es Cicinho...
Ocupar los espacios: Velocidad, posesión y presión
Velocidad y posesión de balón, dos virtudes casi imprescindibles de los más grandes equipos de la historia. Y la Roma, bajo estas pautas, se está convirtiendo en un gran equipo. Pero le falta la tercera virtud: la presión: Sólo con pensar en el Milan de Sacchi o en el Chelsea de Mourinho podemos darnos cuenta de cuán importante es. Presionar significa tener el equipo junto y compacto, cortar los espacios, desquiciar al rival y pasar el balón con más facilidad. La Roma tiene una gran velocidad y es muy peligrosa con la posesión, pero apenas ejerce presión sobre el adversario, y cuando lo hace no es continua, suele ser, además, improvisada, no entra en el planteamiento inicial. En ocasiones, Totti presiona la salida de balón rival, o Perrotta a los adversarios, pero raramente vemos a todo el equipo en bloque realizando esa tarea, porque prefiere esperar a los rivales en su propio campo, y ahí robar y salir rápido. Para tener éxito a nivel internacional, la presión es impresicinbible: lo hace el Milan, el Liverpool, el Chelsea, el Lyon del año pasado, incluso Barça y Manchester se prestan mucho más a presionar. La Roma tiene fuerza y características para hacerlo, pero parece que Spalletti no quiere. Por lo demás es un equipo que sabe moverse sin balón, que sabe ofrecerse, que tiene un modo de jugar muy completo.
Perrotta: complemento perfecto de Totti
Perrotta es la segunda 'intuición' de Spalletti, que lo ha transformado de centrocampista puro a mediapunta llegador. Tras Totti, Perrotta es, hoy por hoy, el jugador más importante del esquema táctio de la Roma. Su pasado como futbolista de banda es posible que le haya ayudado a entender mejor su nuevo papel en el equipo. Ahora, con ese papel, es un fijo en la selección y ha ganado un Mundial. Está en el mejor momento de su carrera. Tiene un cambio de ritmo formidable, encuentra siempre el espacio libre para ocupar y para recibir el balón. Podriamos decir que él es el verdadero '9' de la Roma, un punta camuflado. Sus movimientos en esa posición compensan la pausa (en ocasiones) de Totti. Entra, presiona, colabora en lavores defensivas, recupera el balón y lo distribuye. Su relación futbolística con Totti es perfecta, donde también él se beneficia de la magia de su capitán
Idea de juego: utilizar el sistema perfecto
El modo de juego de la Roma es su mejor abal. Divierten divirtiendose. Con Spelletti nunca han practicado un juego normal. Sí, corren el riesgo de acusar en mayor medida el cansancio, pero la plantilla es amplia, y suelen obtener resultados acordes a su manera de jugar. El espectáculo (que no deja de ser práctico) es la base del juego de Spalletti. Pero como decía, la Roma tiene suficiente calidad en su plantilla como para sacar adelante esta idea. Calidad que con las llegadas de Cicinho, Giuly y Juan se ha visto aumentada. A parte de trabajar en grupo, el equipo tiene gran calidad individual, lo que le permite jugar con esa velocidad y de manera atractiva. Esa calidad está en la defensa, en los pies de Panucci y de los dos centrales; la calidad se exalta en el centro del campo, con De Rossi, Aquilani y Pizarro; y la calidad también aparece en las bandas, con Mancini y Giuly. La calidad la tienen sus cinco brasileños, por no hablar de Totti... Este año da la impresión de que el equipo sabe gestionar mejor los partidos y las distintas situaciones que se plantean. Alterna momentos de esplendor, de no parar de atacar con momentos en los que pasa y pasa, toca y toca, y esconde el balón haciéndole perder los nervios al rival. Aunque este ritmo no parece que pueda aguantarse durante toda una temporada, por lo que el equipo debe aprender a dosificarse un poquito.
Los dos centrales: Mexès-Juan, dupla de calidad
Las virtudes, o las claves de esta Roma son muchísimas: La idea de juego del míster, la calidad desmesurada de Totti, la calidad técnica del grupo, las ganas de ganar... Pero no podemos olvidarnos de su dupla defensiva. Sólo un tipo como Domenech podría ignorar la calidad de Mexès (también únicamente él pasaría de Trezeguet), en este momento el mejor defensor de Europa junto a Carvalho. Mexès es un grandísimo jugador, tiene fuerza, personalidad, garra, seguridad por arriba, inteligencia... Y ahora, a la fuerza de Mexès se le une la calidad de Juan, que nos está recordando al mejor Aldair. Es increible la solvencia con que la Roma ha suplido la baja de Chivu, ganando dinero y fichando un defena más fuerte y con más experiencia. Mexès y Juan forman una pareja casi perfecta, que ya se entiende, una pareja que aúna la fuerza de uno y la calidad del otro. Una pareja con licencia para marcar goles, sobretodo de cabeza en jugadas a balón parado.
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